Un regalo...
Donde nos llevó la imaginación
donde con los ojos cerrados
se divisan infinitos campos.
Donde se creó la primera luz
junto a la semilla de cielo azul
volveré a ese lugar donde nací.
De sol, espiga y deseo
son sus manos en mi pelo
de nieve, huracán y abismos, el sitio de mi recreo.
Viento que a su murmullo parece hablar
mueve el mundo con gracia, la ves bailar
y con él, el escenario de mi hogar.
Mar, bandeja de plata, mar infernal
es su temperamento natural
poco o nada cuesta ser uno más.
De sol, espeiga y deseo
son sus manos en mi pelo
de nieve, huracán y abismos, el sitio de mi recreo.
Silencio, brisa y cordura
dan aliento a mi locura
hay nieve, hay fuego, hay deseo, allí donde me recreo.
lunes, 14 de abril de 2008
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